jueves, 24 de marzo de 2011

CALDERON, EL PELELE DEL IMPERIALISMO

Los militares encubiertos y policías de la DEA que participan en territorio de México, no solo violan la soberanía nacional, es un claro intervencionismo imperialista en nuestro país desde luego esto no es nuevo, La naturaleza misma de los Estados Unidos de Norteamérica es injerencista y trae malos presagios.
Para entender el actuar de los vecinos del norte, habría que estudiar las 176 tentativas de despojo, agravios e invasiones padecidas por nuestro país, hasta 1848, de los gobiernos y el pueblo norteamericano. Habría que revisar el libro de EUA Documentos de su Historia Socioeconómica, autor: Ángela Moyano Pahissa y Jesús Velasco. Y del libro “Las invasiones norteamericanas en México” del autor Gastón García Cantú de la editora impreso precisamente por la SEP en el año de 1986.
Al imperialismo norteamericano siempre la ha convenido la división interna en nuestro país, “Rápido y furioso” (Fast and furious) solo es una pequeña prueba de las operaciones de enviar y vender armas al interior del país, y de que los gringos siempre las han enviado no es nuevo.
Las últimas declaraciones del mandatario de Estados Unidos Barak Obama y las vociferadas por Carlos Pascual, embajador de ese país en México, demuestran el injerencismo a la soberanía nacional y una falta de respeto al pueblo de México.
Las armas ingresadas al país sirven a la delincuencia organizada que defiende con ahínco el impulso al narcotráfico y a la defensa de su territorio. Inclusive en algunas entidades la delincuencia se ha infiltrado en el interior de las instituciones de gobierno, terminando en un total amasiato en donde el poder político y económico se han fundido en uno solo.
Los representantes del imperio Yanqui hoy intervienen en territorio mexicano, por encima de las leyes nacionales, no necesitan utilizar artillería pesada como la enviada a Libia, solo necesita enviar armas (por abajo del agua) a los carteles de la droga y además volar con sus aviones el espacio aéreo de nuestro territorio.
Cabe recordar que la última intervención armada de los gringos a nuestro país tuvo lugar en 19l6, si bien hubo después agresiones menores, a partir de entonces se inicia el retorno de los medios políticos y económicos de la penetración pacifica, uno de los medios más eficaces de los medios es el ideológico. Pero no hay que perder de vista el factor de vendernos armas para que las utilicemos en contra de nosotros mismos.
El actual gobierno de Felipe Calderón no solo es lacayo del imperialismo norteamericano, también se demuestra débil y ante esa debilidad es un títere de los designios de los norteamericanos, que por cierto están en su mejor momento bélico. La guerra estúpida de Calderón en contra del narcotráfico y la expresión furiosa de la delincuencia organizada, irracional por ambos lados, la celebra el gobierno de Washington. Mientras los gringos tienen un discurso en contra del narco, por otro lado envía armamento, tecnología y adiestramientos a los militares de México, pero además por el otro lado a los delincuentes los apapacha equipándolos con armas de alto poder.
Los imperialistas de todo esto tienen un pretexto para que el pueblo mexicano no se quite el yugo de los neoliberales, de sus opresores… manipulan a las grandes televisoras, a los monopolios de comunicación y con esto sojuzgan la inteligencia del pueblo de México…
No es extraño que la delincuencia organizada, zeta, equis, la familia o llámese como se llame, se conviertan en brazos ejecutores de un movimiento de liberación nacional, en algunas entidades federativas ya inicio este proceso.
VLADIMIR GODOY

México y el pensamiento económico latinoamericano

Para Silvia y Carlos fuentes “Las ideas de los economistas y los filósofos políticos, tanto cuando están en lo cierto, como cuando se equivocan, son más poderosas de lo que normalmente se piensa. En realidad el mundo está gobernado por poco más”.

Por: Francisco Suárez Dávila (Ex subsecretario de Hacienda)
EL UNIVERSAL
miércoles 23 de marzo de 2011, actualizado hace 22 horas, 49 minutos

Lord Keynes En días pasados tuve el privilegio de ser invitado por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez para impartir una conferencia en el marco de la Cátedra Julio Cortázar. La dediqué a las aportaciones de México en el escenario de las ideas y las políticas económicas de América Latina.
Ciertamente los eventos mundiales, las revoluciones y modas del pensamiento han tenido importantes efectos sobre la región. Pero América Latina, a pesar de avances y retrocesos, momentos brillantes y trágicos, milagros y espejismos, ha sido un singular laboratorio de ideas y experiencias propias.
México ha estado en la vanguardia de las contribuciones a la teoría y la praxis del desarrollo desde el siglo XIX cuando Lucas Alamán creó el primer Banco de Fomento Industrial en 1830 y los liberales de la Reforma hicieron las primeras grandes "privatizaciones", aplicadas entonces a los bienes de la Iglesia en 1857. El Porfiriato realizó una aplicación eficaz modernizadora del modelo sustentado en las exportaciones de materias primas, que resultaría en un periodo de crecimiento de 3% anual, el segundo mayor de nuestra historia.
En México se gesta la primera gran revolución social del siglo XX। Cárdenas aprovecharía la lucha contra la Depresión para transformar al país. Llevaría a la práctica las ideas de la Constitución de 1917 expresadas en un auténtico Plan Sexenal, realizando verdaderas reformas estructurales: la agraria, con reparto de latifundios; la laboral, creando derechos sociales exigibles; la educativa, alfabetizando con maestros rurales y, la energética, expropiando el petróleo. En todas nos anticipamos a los países de la región. Fueron reformas profundas que nos permitieron avanzar económica y socialmente, aunque al pasar del tiempo se hayan agotado.
El "desarrollismo" mexicano nos dio casi 4 décadas de crecimiento económico acelerado sin crisis de 1935 hasta 1970, 6% anual, el más exitoso de nuestra historia, sustentado en la industrialización, un gran programa de infraestructura y una importante creación de instituciones, incluyendo los cimientos de un Estado de Bienestar Social, que los organismos internacionales elogiaron y varios países emularon. Cuando se agota el modelo de sustitución de importaciones no supimos hacer los ajustes necesarios hacia una economía exportadora, como sí lo hicieron los países asiáticos. Recurrimos al exceso de endeudamiento externo que al colapsarse detonó la "década perdida".
El modelo neoliberal que desembocó en el Consenso de Washington, pero que se inició en México (y en Chile) para enfrentar la crisis, también fue innovador con reformas estructurales para adelgazar un Estado obeso y orientar la economía hacia el exterior. Muestra fue el TLC, de audaz concepción, el más importante esquema de integración regional, después del europeo. Las reformas no se aplicaron bien, logran la estabilidad, pero no pueden reestablecer el crecimiento. Culminan con el "estancamiento estabilizador", severamente herido por una desatinada liberalización financiera que conduce a una gran crisis bancaria en 1995 y una banca casi totalmente extranjerizada, dejando nuestra economía "discapacitada".
México pierde terreno en el siglo XXI, a pesar de tener buenos indicadores en televisores y lavadoras. Somos una de las economías que menos crece en el auge de la mitad de la década, uno de los que más sufren la Gran Recesión de 2009 y, aunque ahora hay recuperación, no es de las más dinámicas. Varios trabajos recientes del BID, la CEPAL, el Banco Santander y The Economist auguran que ésta será la década de América Latina. La crisis tomó a la región mejor preparada en sus fundamentos económicos, y tiene una recuperación apoyada en materias primas con un comercio más diversificado. México va a la zaga. La vanguardia en ideas y políticas la tienen ahora Chile y Brasil que han sabido conciliar prudencia macroeconómica, sin dogmas, con una agresiva política social, generando crecimiento dinámico. Sus gobiernos formalmente de signos socialistas o social demócratas, han dado continuidad a sus políticas, pero ya no están capturados por la ideología. Buscan resultados. Abordan el sano pragmatismo asiático, expresado en la frase de Deng: "no importa si los gatos son negros o blancos con tal que se coman a los ratones".
Para concluir con una nota optimista, los "futurólogos" hacen proyecciones de largo plazo que favorecen a los principales países de América Latina. Chile, el alumno más destacado, puede rebasar pronto los umbrales de ingreso por habitante de país avanzado; Brasil, en una década puede ser la 5ª economía mayor del mundo —dicen que ya es— y México, aún con la inercia y sus grandes carencias sociales y educativas, gracias a la demografía y crecimientos modestos del orden de 4%, puede ser la 7ª.

martes, 1 de marzo de 2011

Perspectivas de la izquierda en México

En el alba de la IV República y la discusión ideológica para una Nueva Constitución Mexicana, el Congreso Constituyente de Ciudadanos requiere, de manera indispensable, retomar el estudio de diversos documentos publicados, entre ellos los de la izquierda frente a la situación actual de crisis, dispersión y confusión política. Se invita a los lectores a exponer sus comentarios y a enviar sus propios análisis y propuestas.

Perspectivas estratégicas de la izquierda en México

Por: Melquiades Pérez González

El papel de la izquierda es aprender y asimilar los Instrumentos y la teoría de la dirección política, ya que la sociedad se encuentra en continua renovación y desarrollo.

La globalización

El problema central de la izquierda es que no ha logrado dar respuestas a la problemática tan compleja que se vive a nivel mundial y eso ha traído como resultado el que no este a la altura de los acontecimientos mundiales. Problemas como la globalización que en el Manifiesto del Partido Comunista escrito por Marx y Engels eran una línea teórica marcada por el desarrollo del capitalismo naciente y pujante que estaba avanzando a nivel mundial y cuyo aspecto dominante era el desarrollo de un mercado mundial , cuyo momento de mayor avance se vivía en ese entonces en Inglaterra y del cual habían tomado sus rasgos esenciales los autores del manifiesto, describiéndolo como un modelo de capitalismo al que se denomino ” clásico” han dejado de ser postulados teóricos para ser una realidad brutal.

Lo más avanzado en cuanto a desarrollo económico en ese momento lo marcaba Inglaterra con su dominio colonial. Ahora no solo se trata de un país, sino de bloques económicos de varios países ,que interconectados de múltiples maneras impulsan sus proyectos económicos y políticos, que tienen como objetivo la ganancia sin freno y que lo mismo someten a gobiernos que hacen guerras para imponer sus planes.

En el manifiesto se encuentra la mejor descripción de las fuerzas sociales que empujan el desarrollo del un sistema económico mundial al que denominamos capitalismo, por lo cual “El Manifiesto” es de los textos más citados por los académicos de las mejores escuelas de economía del mundo, lo que puede ser irónico, cuando algunas corrientes de la izquierda están renunciando por “Por razones tácticas” a toda mención de Marx. Pero hacen falta las nuevas ideas que no solo describan el fenómeno, sino aporten las perspectivas de cambio que necesitan las amplias mayorías de la población mundial, que nos aporten una perspectiva estratégica desde la izquierda para modificar la actual situación.

En la actualidad el fenómeno de la globalización es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo y esta marcado por el desarrollo de los sistemas informáticos y las comunicaciones, que empujan y hacen un sistema económico social interconectado por miles de rutas electrónicas que son más eficientes que las viejas rutas marítimas y férreas del siglo XIX. Actualmente la problemática que enfrenta la izquierda esta ya no solo en explorar las líneas teóricas que marcaron los clásicos, sino que esas líneas teóricas se han transformado en problemas actuales que requieren de una alternativa apremiante.

Los retos teóricos de la izquierda

Fenómenos como la inserción en la competencia económica de China y la India , el crecimiento mundial de la pobreza ,el peso económico que adquieren los servicios en el Producto Interno Bruto (PIB) en los países con un desarrollo avanzado; la producción de riqueza mediante el conocimiento que se expresa en las patentes y la propiedad intelectual; el desarrollo de los bloques económicos en Europa, Asia y América del Norte del cual formamos parte; la migración como fenómeno económico mundial y el desarrollo de un sistema jurídico mundial basado en los tratados internacionales que limitan la soberanía de los países que se subordinan a dichos tratados, son algunos de los problemas a los cuales les tenemos que dar respuesta desde una perspectiva de izquierda. Un especialista en Marketing decía que la izquierda suena atrasada por temas como los anteriores están ausentes de su discurso y lo expresaba con la frase: “La izquierda no habla de economía y la derecha si lo hace, por eso la izquierda parece atrasada e ignorante pero con mucha ideología” La realidad es que desde la izquierda si se tiene un gran bagaje teórico pero solo abarca líneas generales que es necesario desarrollar sistemática y científicamente.

Es importante hacer un balance de la propia izquierda y de sus principales logros y su línea política, para poder arribar a una perspectiva estratégica, es claro que en los clásicos encontramos grandes aportes teóricos, pero el quedarse solo en ello, como lo hicieron durante décadas varias corrientes de la izquierda que como consecuencia arribaron en la creación de verdaderas sectas de izquierda, es un gravísimo error. El problema de quedarse solo en lo que escribieron los clásicos es problema que para la izquierda no es actual lleva un poco más de un siglo, en la propia Rusia Zarista y en una disputa teórica contra la corriente de los populistas Lenin escribió “Marx no ha hecho sino colocar la piedra angular de la ciencia que los revolucionarios deben desarrollar en todas direcciones si es que no quieren quedar rezagados de la vida”. El encontrar y sistematizar la ciencia de la dirección política revolucionaria, partiendo del análisis científico de la sociedad, se plantea como el principal compromiso y el desafío teórico más grande que la izquierda enfrenta y superarlo es básico, si es que queremos como izquierda jugar un papel activo y no solo testimonial en los cambios sociales. Pero el problema no es solo teórico sino también practico ya que desde hace años la izquierda no ha encontrado referentes suficientemente que le permitan anclar con suficiente fuerza un proyecto político pero sobre todo social, algunos de sus críticos mas radicales han planteado que a raíz del derrumbe del campo socialista que le servía como casi único referente y modelo, la izquierda siguiendo un camino inverso al que debió de optar, fue dejando de lado sus principales valores que le han dado identidad, para transformarse en una izquierda decadente al ir diluyendo su espíritu de cambio, para llegar a ser una Izquierda electoral abandonando la lucha social y transformándose en concertacionista, lo cual ocurrió como fenómeno mundial, expresándose primero en Europa y luego se extendió en todo el mundo y cuando llego a los gobiernos con su practica no pudo superar plenamente las políticas de la derecha.

El desarrollo económico

Utilizando como línea de conducción para nuestro análisis, el desarrollo económico que hemos experimentado en México, partiremos de los años cincuenta ya que es ha partir de esa fecha cuando la industrialización en México arrancó con apoyos, inversiones y préstamos externos, y con la lenta acumulación de los sectores industriales y financiero.

El Estado tomaban por entonces un papel activo en el proceso a través de los Planes de Fomento, de inversiones necesarias para el desarrollo industrial (sobre todo, la electrificación) y del lanzamiento de nuevas actividades (abonos, siderurgia y metalurgia), de la fijación de precios, con el crédito barato y selectivo, con la división preferencial de mercados, con exenciones fiscales a los empresarios, etc. Estaban todavía frescos dos acontecimientos importantes: la expropiación del petróleo y la reforma agraria cardenista y se vivía un auge económico producto del fin de la segunda guerra mundial, lo que empujaba un nacionalismo que hábilmente explotaba a su favor el grupo dominante. Pero es a partir de los setenta cuando México entraba en la fase superior del capitalismo descrita por los clásicos, caracterizada por una situación de monopolio de sectores enteros y del conjunto de la economía, a través, no sólo de la concentración horizontal, sino también de la vertical (un mismo grupo controlando todas las etapas de una determinada producción), por la fusión entre el capital financiero y productivo y la subordinación de éste al primero, por su carácter progresivamente parasitario y especulativo.

Además, el Estado colaboraba activamente con los grandes monopolios. Su acción no se resumía sólo en beneficiar a los monopolios a través de exenciones fiscales y subvenciones, de la redistribución de la plusvalía mediante los presupuestos, de la ampliación de un mercado privilegiado y garantizado a los monopolios a través del consumo público. La acción del Estado incluía el mantenimiento de infraestructuras no rentables y el refuerzo del sector estatal a través de la nacionalización de aquellos sectores de la economía absolutamente indispensables para el funcionamiento de ésta, pero que no proporcionaban un margen de beneficio satisfactorio o incluso eran deficitarios. Además, el Estado participaba directamente con capital en varias de las principales empresas, auxiliando así a los grandes capitalistas en la liquidez necesaria para la inversión.

El capitalismo del subdesarrollo

La fase superior del capitalismo en México tuvo modalidades distintas a las europeas y a la de Estados Unidos. Lo que llevo a varios académico a plantearse la tesis del “capitalismo del subdesarrollo” cuyos trabajos más importantes los desarrolló el grupo encabezado por Alonso Aguilar Monteverde que en varios libros y a través de la revista de análisis político “Estrategia” les dio amplia difusión.

Estos autores describen al capitalismo del subdesarrollo como : una economía deforme y con un perenne atraso respecto a los países desarrollados, sujeta a -y por- una dependencia estructural (financiera, comercial, científica, técnica, cultural, política, militar); con una clase dominante-dominada en la que descansa lo fundamental del desigual y débil proceso de acumulación de capital y un siempre constreñido crecimiento de las fuerzas productivas del país; con una infraestructura económico-técnica con pronunciadas deficiencias y rezagos respecto al “Primer Mundo”; fuerte concentración de la riqueza y el ingreso, y relaciones sociales marcadas por los bajos niveles de vida de la mayoría, importantes supervivencias precapitalistas (formas artesanales y aún más atrasadas en la economía), un permanente alto nivel de desempleo y subempleo; un mercado interno marcado por la pobreza de la mayorías asalariadas y no asalariadas y la suntuosidad y relativa holgura de una pequeña minoría.

El tener claro las características de nuestro capitalismo ante el avance de la izquierda en América Latina, nos da una perspectiva diferente de hacia donde debemos encauzar nuestro desarrollo y no es hacia el norte desarrollado, sino hacia el sur dependiente que corresponde más con las características nuestro propio capitalismo. Las características del capitalismo del subdesarrollo de acuerdo a lo planteado por Aguilar identifican a México dentro del conjunto de naciones de América Latina y de ese llamado “Tercer Mundo” ya que con las políticas implementadas en los últimos cinco gobiernos neoliberales que ha tenido México, hemos venido pagando los costos de lo que Fernando Carmona llama “la desintegración de México hacia adentro y la creciente integración hacia afuera”, sobre todo con Estados Unidos.
El mantenimiento y desarrollo de este proyecto no pudo ser posible sin su correspondiente proyecto político expresado en el PRI del cual podemos decir que fue la expresión política de la época, o como alguien lo menciona como el espíritu de la época, no se trata de semántica sino de cambios mayúsculos en los que vivió México desde su etapa revolucionaria, los momentos de consolidación de la reforma agraria cardenista junto con la expropiación petrolera fueron cambios significativos para nuestro país. Después de la revolución social de principios del siglo XX era previsible que el país se detuviera gradualmente, ya que todas las revoluciones poseen un carácter de clase. Es decir, en todas las revoluciones existe un grupo social que arrastra a los demás en la lucha contra lo que es arcaico y está sobrepasado históricamente, y, claro, contra los que se oponen a la desaparición del viejo orden. Ahora bien, no todas las revoluciones cambian las relaciones sociales de producción. La revolución republicana y liberal Juarista en México por ejemplo, sólo llevó a cabo cambios políticos, cambios en cuanto a la forma de organización del Estado, conservando las relaciones sociales existentes. Pero la implantación de la República no fue sólo una revolución política fue también, una oportunidad de la burguesía de jugar un papel progresista y lo hizo y su influencia se extendió hasta la irrupción de las grandes masas en una de las revoluciones sociales más importantes del siglo veinte: La revolución Mexicana.

Ante el reclamo de las masas por mayores avances, el grupo dominante desde los años cincuenta y sesenta jugó la carta de la represión principalmente al movimiento obrero, obteniendo su beneficio de los bajos salarios e imponiendo un control sobre las condiciones de trabajo. Pero precisamente por esto, porque se basaba en la explotación de mano de obra barata, no invirtió lo necesario en máquinas y tecnología. Ya que el estado le garantizaba un mercado cautivo y que le daba un margen para no enfrentarse a un duro choque con el exterior, lo que preservo una estructura productiva que se fue haciendo obsoleta y ante la apertura de mercados que inició con el gobierno de Miguel de la Madrid, estaría en muy mala situación para hacer frente a la competencia externa.

La experiencia de la izquierda

En América Latina la izquierda ha tenido momentos muy importantes de los cuales es difícil hacer una enumeración , pero existe un consenso de que los más importantes después de la revolución mexicana , fue la revolución cubana por su influencia ideológica en la izquierda latinoamericana , después destacan Las luchas estudiantiles, las huelgas de los profesores y los médicos en los primeros años de la década de los setenta, cuyo sello característico lo encontramos en que sus sectores de avanzada tenían una dirección de izquierda socialista en su parte mayoritaria, sin dejar de lado el componente nacionalista propio de la izquierda latinoamericana ,y mostraban su aproximación como ellos se definían con el proletariado y a sus formas de lucha y organización.

La más evidente expresión de ese giro radical a la izquierda que vivió Latinoamérica fue sin duda el triunfo electoral de la izquierda en Chile y con ello el arribo de Salvador Allende a la presidencia de Chile, lo que sería uno de los momentos más brillantes de la izquierda y que también influiría en la estrategia y táctica de la izquierda , aunque es necesario mencionar que el arribo de Salvador Allende se vio favorecido en ese momento por una situación internacional mucho más favorable. El imperialismo, después de haber fracasado en su tentativa de impedir la revolución colonial, se encontraba impotente. La última cosa que el Gobierno americano podía hacer era liarse en una guerra más, cuando estaba siendo expulsado de Vietnam y sufriendo una fuerte contestación interna. Las potencias europeas no estaban en mejor posición. En Gran Bretaña, los sindicatos derribaban, literalmente, al Partido Conservador del Gobierno, en Francia se vivía un giro a la izquierda que llevaría al poder a una coalición del Partido Socialista y del Partido Comunista Francés al final de la década, en Italia el Partido Comunista conseguía un 30% de los votos en las elecciones, y hasta en la pequeña Grecia, la dictadura de los coroneles acabaría en 1975. En esta década, el péndulo de la historia giraba a la izquierda. Con las manos atadas, recelosos de intervenir directamente, los capitalistas de todo el mundo sólo podían observar a distancia, y esperar mejores días y efectivamente su espera termino años después cuando impuso en Latinoamérica a las dictaduras militares. Unos años después en Centroamérica el Frente sandinista de Liberación Nacional FSLN derrocaba a Somoza y el gobierno del presidente estadounidense Ronald Reagan comenzaba su intervención apoyando a los “contras”. En Estados Unidos se superaba lentamente el síndrome de la Guerra de Vietnam.

La área geoestratégica de México

Estando México ubicado en una área geográfica harto complicada, ya en tiene una interrelación política cultural y económica que lo ubica con dos momentos históricos por los que esta atravesando el mundo y que representan por un lado el norte con el gobierno mas derechista y agresivo del planeta el de George Bush y por otro lado al Sur representado por gobiernos latinoamericanos que han optado por un camino alternativo al de la derecha neoliberal.

El aporte de la izquierda mexicana será sumamente valioso, el reto es mayúsculo y de lo cual tenemos que ubicar y reconocernos principalmente dentro del contexto y especificidad latinoamericana, sin olvidar que compartimos una frontera de miles de kilómetros con el imperio más agresivo de la historia, lo que da a su aporte un doble interés en encontrar las perspectivas estratégicas de la izquierda mexicana.

El fracaso económico del neoliberalismo

El economista José Luís calva escribió reciente “Durante el primer sexenio de gobierno del PAN (2001-2006), la tasa media de crecimiento del PIB ascendió a 2.3% anual, la inversión fija bruta (en maquinaria, equipo y construcciones) representó 19.2% del PIB y el ahorro interno bruto alcanzó 19.6% del PIB. Para comparar, durante el último sexenio del vilipendiado modelo económico precedente al neoliberal, bajo el gobierno de José López Portillo, la tasa media de crecimiento del PIB ascendió a 6.2% anual, la inversión fija bruta alcanzó 22% del PIB y el ahorro interno bruto (inversión fija bruta más variación de existencias menos ahorro externo) representó 20.1% del PIB. Así, el círculo virtuoso entre el crecimiento económico acelerado y la elevación consistente de los coeficientes de inversión y ahorro interno, que nuestro país había experimentado bajo el modelo económico de la Revolución mexicana (cuando el PIB creció a una tasa media de 6.3% anual entre 1941 y 1982; el coeficiente de ahorro interno bruto saltó de 7.8% del PIB en el sexenio 1941-1946 a 15.5% en el sexenio 1959-1964 y al 20.1% del PIB en el sexenio 1977-1982; en tanto que el coeficiente de inversión fija bruta brincó de 6.2% del PIB durante el sexenio 1941-1946 a 15.4% en el sexenio 1959-1963 y a 22% del PIB en el periodo 1977-1982), no ha vuelto a ser reencontrado bajo el modelo económico basado en las prescripciones del Consenso de Washington.”

Y es contundente cuando afirma:
“Por el contrario, durante los 24 años cumplidos de experimentación neoliberal (1983-2006), la tasa media de crecimiento del PIB ha sido de apenas 2.4% anual, el coeficiente de inversión fija bruta ascendió a 18.8% del PIB y el coeficiente de ahorro interno apenas alcanzó 19.8% del PIB.”

El plan Calderonista: Más de lo mismo

En nada va a cambiar la situación futura para nuestro país como lo demuestra las declaraciones que en diversos medios periodísticos y teniendo como marco la crisis financiera mundial con las caídas de las bolsa del pasada semana. Felipe Calderón afirmó: que no existe motivo de preocupación por la fuerte caída que registró la Bolsa Mexicana de Valores, al igual que las del resto del orbe y que nuestra economía “goza de solidez” para enfrentar esta volatilidad que tiene su origen en la caída del sector inmobiliario de Estados Unidos.

Y la Secretaría de Hacienda, que dirige Agustín Carstens, presume que el Producto Interno Bruto creció 2.8 en el segundo trimestre a tasa anual, “una cifra que estuvo en línea con lo esperado” por el Gobierno que mantiene su proyección de crecimiento en 3.3 por ciento para todo el año, que es un crecimiento menor al del 4.8 por ciento que se registró en el 2006, el mejor año del “gobierno del cambio” de Fox.

Todavía fue más lejos el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, quien señaló que bajo el liderazgo de Felipe Calderón, México crecerá mucho más en términos económicos de lo que se tenía previsto. No toma en cuenta que los porcentajes de crecimiento menores al 3% de la economía nacional dan cuenta de una economía estancada sin mayor oferta de bienestar social para la población, desempleo creciente y persistente, migración ascendente a velocidades nunca vistas, alza en las tasas de interés, una grave proliferación de financiamientos sin que compruebe la capacidad de pago del solicitante que puede tener como resultado una incapacidad de pagos principalmente de tarjetas de crédito , lo que puede llevar a un crecimiento desmesurado de la cartera vencida, y una continua devaluación de nuestra moneda, que este jueves “se deslizó” 10 centavos más y se vendió el dólar al menudeo en 11.34 pesos.

El gobierno de Calderón tiene otras prioridades que no son las de las mayorías de este país y es correcto cuando Andrés Manuel López Obrador afirma en el discurso inaugural del X congreso el PRD que en las cámaras no se discuten los grandes problemas nacionales, sino los problemas que les preocupan a los grandes grupos económicos que dirigen y se benefician de la economía del país.

“Y qué decir del Congreso. ¿Qué acaso no es indignante que el debate en la Cámara de Diputados y de Senadores, gire alrededor de la agenda dictada por el Fondo Monetario Internacional? ¿No obedeció a eso la reforma a la Ley del ISSSTE, y aquí abro un paréntesis para subrayar la buena actuación de nuestros legisladores que fueron los únicos que no aprobaron esta reforma.

¿No obedeció, repito, a eso la reforma a la Ley del ISSSTE, que no acaso el proyecto de reforma fiscal y la pretendida reforma energética, son recomendaciones de organismos financieros internacionales, para cobrar más impuestos al pueblo, y seguir entregando recursos de la nación a las grandes corporaciones económicas, nacionales y extranjeras? Por qué en vez de esa agenda impuesta para favorecer a una minoría voraz a costa del bienestar general, los legisladores que por definición son representantes populares, no discuten y atienden los verdaderos problemas nacionales. Por qué no se debate en las Cámaras y se buscan alternativas al problema de la pobreza que aqueja a la mayoría de la población; por qué no se debate y se discute el grave problema migratorio; o al abandono al campo; o a la afrenta que significa tanta corrupción y derroches y privilegios de la alta burocracia; o a la impunidad frente a la violación sistemática de los derechos humanos. En pocas palabras, ¿dónde está la discusión sobre los grandes problemas nacionales?”
En el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 del gobierno de Calderón analiza múltiples situaciones en las que pretende ser critico pero en esencia sus propuestas pueden ser resumidas en el plano económico como más de lo mismo, es decir, continuidad garantizada del modelo económico neoliberal inspirado en las propuestas neoliberales : apertura comercial unilateral, reducción de políticas de fomento económico nacional y sectorial, liberalización del sistema bancario y financiero, desregulación de la inversión extranjera, reformas que limitan las conquistas sociales de los trabajadores ,mas impuestos hacia la población, abandono de la empresa nacional, etcétera.

La derecha mexicana es atrasada y reaccionaria , porque quieren regresar a un pasado ya ido, su política económica no ha funcionado y es abandonada por mas gobiernos que se han dado cuenta de su fracaso, con lo que demuestran una amplia ignorancia, aunque muchos piensan que su política es la correcta y que con ello están viendo y avanzando hacia el futuro, a pesar de que la utopía que persiguen haya fracasado en los últimos cuatro gobiernos neoliberales y en sus policías aplicadas a los mexicanos hace mas de 20 años.

La unidad de la derecha

Lenin explicó muchas veces que para que explote una revolución y sea victoriosa son necesarias algunas premisas. La primera condición objetiva es la división en el seno de la clase dominante. En nuestro país a pesar de que en diversos momentos ha habido grandes movilizaciones sociales como los del movimiento estudiantil de 68 tal división nunca se vio. Más bien en esos momentos críticos el grupo hegemónico dominante opto por a mantener todo como estaba, considerando que las más mínimas reformas provocarían una explosión, apostaba todo a la represión y al mantenimiento del estado de cosas. Lo que pudiera demostrar que la unidad de derecha es más sólida de lo que hemos creído. Lo mismo ocurrió en las pasadas elecciones con el fraude a López Obrador.

Sin embargo la represión que ha sido la vía preferente de la derecha para resolver las crisis políticas tiene un costo social muy grande que se expresa en una perdida de hegemonía expresada en una perdida de consenso y dominio. Por lo que otro sector, más inteligente, del grupo dominante ha comprendido que su dominio de clase sólo podría mantenerse a través de reformas por arriba que impidiesen la revolución por abajo y ha planteado reformas como la electoral que legalizo al partido comunista y le marco un rumbo encuadrando su acción dentro de los aspectos electorales. Unos y otros, hay que reconocerlo bajo la luz del pasado 2 de Julio del 2006, sólo divergen en la mejor forma de mantener sus privilegios de clase.

En el gobierno de la derecha panista esas dos posiciones se expresaban políticamente en los ultras y los ” reformadores” expresado en Yunquistas y panistas auténticos, según su misma definición ,pero en lo fundamental no difieren en el proyecto de país.

La Izquierda y su proyecto democrático

La experiencia pasada y presente nos indica que rechazar las reivindicaciones democráticas, la lucha por reformas económicas y sociales, no sería un acto revolucionario, sino una demostración de sectarismo totalmente estéril. Pero la lucha por reivindicaciones mínimas o democráticas no excluye, más bien al contrario abre posibilidades para la lucha por medidas más avanzadas y profundas. La izquierda partiendo de las reivindicaciones democráticas y económicas avanza en la organización de grandes sectores sociales, pero no queda ahí su accionar sino se plantea avanzar hacia cambios profundos, las reivindicaciones sociales expresadas en un programa mínimo no son sólo ideas bonitas sino por el contrario, son una condición necesaria para el triunfo histórico de la izquierda. Incluso considerando que en una situación de crisis social y política la prioridad de la izquierda es vencer a la reacción y eliminar la posibilidad de un golpe, para asegurar la democracia y sólo después avanzar hacia proyectos económicos sociales mas avanzados.

Los acontecimientos derivados del 2 de julio pasado y los escándalos en que se han visto involucrados importantes personajes de la clase política, como los gobernadores de varios estados y que ha tocado al mismo Calderón y a su partido con las declaraciones del chino Ye Gon han evidenciado que en nuestro país se vive una situación de deterioro político del grupo dominante, que no va ser para ellos fácil de recomponer y aunado a una presencia indiscutible del peje en importantes sectores de la población, ha puesto en una encrucijada al grupo dominante que luce acorralado y sin margen de maniobra, lo que le ha obligado a buscar apoyo en los personajes más obscuros del PRI y no sería lejano que este deterioro que quizá nos lleve a enfrentar una situación como la que se vivió en Argentina a raíz de su crisis económica, que provocó la renuncia de varios presidentes en unas cuantas semanas.

El caso mexicano es similar pero inverso: Una gran crisis política que puede dar lugar a una crisis económica producto de la desconfianza en sus gobernantes y en las condiciones de deterioro económico tanto externo como interno.

Es responsabilidad de la izquierda optar porque esto no suceda, los costos siempre los carga la población, por lo que es necesario construir una alternativa política y económica que impida un posible quiebre social de nuestra nación, creemos que se encuentran fuerzas sanas en la sociedad mexicana para lograrlo.

Un proyecto para ser democrático es que en primer lugar un proyecto sustentado en un Estado democrático, por lo tal proyecto requiere consensos entre los distintos sectores y clases sociales, es decir, debe estar basado en un acuerdo nacional y es ahí donde han fallado los gobiernos de la derecha ya que sus proyectos han sido autoritarios y en contra de la población mayoritaria
En segundo lugar, el proyecto democrático de la izquierda debe tener una visión total como país, conteniendo sus diferencias. La gran lección del movimiento del EZLN fue que no se puede construir un proyecto de país olvidando a sectores como los indígenas, el proyecto debe contener lo regional al mismo tiempo que se plantea lo nacional , debe fomentar lo social al igual que lo privado, debe contemplar al sur pobre con amplios recursos materiales y un centro y norte medianamente avanzado y con satisfactores básicos para su población. El proyecto democrático debe tener propuestas para el desarrollo y la justicia social, objetivos precisos y permanentes, como podría ser la recuperación de la soberanía agroalimentaria y el desarrollo del mercado interno, para crear empleos.

En tercero lugar el proyecto de la izquierda no puede tener una política sectaria como gobierno sino que debe ser flexible inteligente y audaz para poderse mover en los escenarios mundiales tan complicados. Cuba siendo un pequeño país nos ha demostrado, que tiene una política exterior sumamente activa y flexible. Los escenarios regionales actuales pueden ayudar al país sin olvidar o obviar que tenemos un TLC con la economía más grande del mundo y que esta encabezado por uno de los gobiernos derechistas mas agresivo de los últimos tiempos .La política de la derecha solo ha tenido como proyecto para reactivar la economía del país la dependencia del mercado de EU, lo cual nos hace depender del auge o recesión económica de EU, tal política nos deja en una situación sumamente vulnerable lo que hace necesario que busquemos acuerdos y alianzas estratégicas con otros estados o bloques regionales para no acentuar nuestra dependencia.

En cuarto lugar la izquierda debe acentuar los rasgos propios de una democracia: trasparencia informativa ,leyes avanzadas, proyecto social en beneficio de las mayorías, marco político electoral ,un parlamento activo ,una real división de poderes, coordinación con los estados basados en el respeto y la colaboración, pluralismo político, respeto a los derechos humanos ,libertad de prensa. Es compromiso de la izquierda plantearnos que el ejercicio del poder se amplié y se estimule un cuerpo legislativo profesional y ágil y se busquen acuerdos básicos interpartidistas y se limite el ejercicio del poder presidencial y que también cuente con órganos del Poder Judicial imparciales, autónomos.

La globalización del pensamiento de la derecha

La izquierda después de que el neoliberalismo entro con fuerza arrolladora en todos los países, destruyendo organizaciones sociales, y al no contar esta con una estructura organizativa, ideológica y política, llego a caer en una lógica distinta a lo que fue su origen, buscando solo el lado electoral, pensando que de esa manera se luchaba por los intereses de las grandes mayorías. La izquierda cayó prisionera de una lógica política en la cual los intereses de las grandes mayorías no aparecen dentro de su agenda prioritaria, lo que es lamentable. A pesar de que aparecen en sus programas, las reivindicaciones sociales en los hechos son políticas que se dejan para tiempos mejores.

Las estadísticas son frías y crueles, la distribución de la riqueza y la desigualdad han crecido de manera alarmante en nuestro país, bajo los gobiernos de corte neoliberal, México a llegando a ser uno de los diez países con mayor iniquidad en el mundo. Los elementos de la realidad nos demuestran el fracaso de la derecha neoliberal, pero aun así, no hemos podido impedir la globalización del pensamiento de la derecha, no porque sea muy fuerte, sino, porque no se ha hecho el esfuerzo suficiente para combatirlo con los elementos que nos aporta la realidad.

La derecha solo ha tenido como bandera el crecimiento económico sin ver el costo social, alguien lo dijo de mejor manera, “Que estaba bien pagar la deuda externa, pero no sin antes pagar la deuda social interna”. Esta claro que la izquierda tiene un gran campo para su actuación, cualquier persona comprometida en realizar transformaciones significativas, que mejoren las condiciones materiales y morales de las mayorías, no puede aceptar un discurso en el que este como único elemento el crecimiento económico ,sin finalidad e incluso afectando los intereses de las mayorías.

La construcción del país desde lo social

La economía en este país, podemos afirmarlo a raíz de los intentos de gravar con el IVA medicinas y alimentos, no se define como programa de gobierno en beneficio de las mayorías como debería ser.

La aspiración de la izquierda es que la política económica debe contar con adhesión popular, por el contrario, los programas económicos de la derecha se acuerdan y resuelven en una mesa de conversaciones en la Secretaria de Hacienda e incluso ni siquiera a los empresarios se les ha tomado en cuenta.

A lo anterior se suma la transnacionalización de la economía, prácticamente ya no hay bancos mexicanos y su efecto inmediato es la sobreexplotación de los recursos naturales en particular el petróleo, también se busca que la electricidad ya no sea de México. Estas lógicas que uno no entiende, son producto de un gobierno que se impuso al pueblo en una elección fraudulenta, son políticas que son de un gobierno que tuvo como principal bandera el cambio.

La economía real cede su lugar a una economía de beneficio del capital financiero, la tendencia mundial ha sido que cada vez importe menos lo social. Un economista Chileno define la actual situación económica mundial de la siguiente manera “El mundo asiste a una reducción acelerada de los recursos naturales existentes en América Latina, Africa y Asia, los cuales fluyen hacia los centros desarrollados convertidos en capital financiero. Es una globalización donde los cambios materiales que podrían mejorar la distribución del ingreso y las condiciones de existencia de los sectores más pobres del planeta, están siendo limitados por un proceso creciente de conversión de enormes masas de recursos naturales en capital financiero, detentado por el 15 por ciento más rico de la humanidad”.

Lo importante del momento es buscar opciones distintas frente al discurso y la acción hegemónica neoliberal, construyendo desde lo social que es una de las iniciativas que han despertado el interés de grandes sectores de la izquierda. Por ejemplo en Chile un país al que se le ha querido presentar como modelo de desarrollo basado en el neoliberalismo, se llevo a cabo una importante reunión denominada “CONSTRUCCIÓN DE UN PAÍS DESDE LO SOCIAL”, ahí plantearon “Todos los días mueren 36 mil niños de hambre y enfermedades en el mundo; en América Latina, la pobreza se ha incrementado y si bien en Chile ha disminuido en el período de la Concertación, aún la pobreza es superior a la existente entre 1969-1972 hemos perdido treinta años” “Con este modelo desastroso ” Tenemos un modelo globalizado, un mundo unipolar sometido a la doctrina del mercado. Un mundo controlado por los dueños del capital, que poseen la tecnología y las comunicaciones y que, además, influyen sin contrapeso sobre la clase política”.. Con estas condiciones tan adversas, el movimiento social por sí solo, no es capaz de lograr las reivindicaciones propias del sector y menos aún revertir la situación general. Para ello se requieren alianzas muy amplias…

No basta con reconocer que la crisis de la política en el mundo actual tiene su origen no sólo en la caída del socialismo real. Si no que también es producto de la incapacidad para adaptarnos a una era distinta, donde ciertamente se requiere mucha fuerza de voluntad para no sucumbir ante la corriente dominante. La hegemonía sin contrapeso de Estados Unidos se refleja también al interior de los países, donde el poder político está limitado por el poder económico, que actúa junto al poder militar.
En este escenario, el gran ausente es el poder social que debiera ser, en cualquier democracia, una de las expresiones más importantes de la vida nacional.

En México existió un objetivo claro que unió a los distintos sectores de la izquierda: derrotar al Partido de Estado. Hoy no hay propósito claro. Por eso, la primera tarea de la izquierda es concentrar sus esfuerzos en generar un objetivo y un proyecto claro, que sea lo más amplio posible para movilizar a mucha gente.

La Izquierda tradicional está agotada en sus distintas versiones e incapacitada para salir de sus viejos nichos, con su falta de acción ha derivado la desarticulación social.

La Izquierda del siglo XX ya no existe y la del siglo XXI, está por imaginarse y abrirse paso. La idea es desarrollar nuevas estrategias, donde más que la toma del poder, la meta sea la transformación de la sociedad. Para ello, es necesario construir una fuerza política y social, gestora de nuevas dinámicas y espacios.
http://tlahui.com/constitucionc/?p=1290

México: PRD, a punto del rompimiento

En México, como en cualquier país del mundo que se rige por un sistema “democrático” y ha adoptado el pluripartidismo como expresión de las distintas fuerzas y corrientes, los partidos políticos son los “aparatos” que se utilizan para luchar por el poder y asumir los cargos de representación; acceder a las cámaras locales y federales, a las instituciones del gobierno en sus diferentes niveles y, como es de suponerse, a velar por sus ideales y proyectos plasmados en estatutos y declaración de principios.

Lo último es verdad a medias. Porque son las dirigencias partidistas las que se encargan de ambas funciones, y cada cual impone su sello característico. Y no pocos los que dejan de lado los principios y los compromisos asumidos de origen, para responder a los intereses de la coyuntura o emanados del poder. No obstante, como en el caso del sistema político mexicano, cada partido se coloca y asume un rol una vez que se hace acreedor de una parte del presupuesto federal destinado para hacer política.

Aparte de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, que tienden hacia el bipartidismo o la alternancia en el ejercicio del poder presidencial —la llegada del segundo, a una década ya luego de 81 años del control de la vida política nacional por el primero—, el Partido de la Revolución Democrática se incorpora en el espectro de las opciones políticas como tercera fuerza nacional, pese a su reciente formación [creado apenas en 1989, un año después de participar en una emblemática elección]. Los demás conforman la chiquillada que viven del presupuesto y en alianzas para sobrevivir.

Pero hablar del PRD es referirse al partido que le ha toca asumir el papel de la izquierda en el espectro ideológico. Y, por tanto, contrario a los proyectos del PRI y del PAN. Se dice que, por encima de otros como el Partido del Trabajo o el Partido Convergencia que en cierto modo abanderan principios alternativos —los otros rondan en la indefinición ideológica o sólo se acomodan—, el PRD representa a la izquierda en México. O, mejor dicho, a lo que sobrevive de la misma en términos electorales.

Surgido desde las alianzas que le dieron vida y principios —el Partido Mexicano de los Trabajadores, el Partido Socialista Unificado de México, el Partido Patriótico Revolucionario, el Movimiento Revolucionario del Pueblo, Unión de la Izquierda Comunista y posteriormente el Partido Socialistas de los Trabajadores de Heberto Castillo y muchas organizaciones más— a la Corriente Democrática que salió del PRI, para luego encumbrar a Cuauhtémoc Cárdenas hasta la candidatura presidencial en 1988, primero y en 1994 después, habría sido la esperanza de millones de mexicanos que ansiaban cambios de fondo en el régimen presidencial priista. Y luego panista.

No obstante, la inclusión de los partidos de izquierda en el sistema político tenía otra intención. La idea data de 1977 y la propuso Jesús Reyes Heroles. La reforma política que le dio cabida a los partidos radicales —primero el Partido Comunista Mexicano, luego el Popular Socialista y el Auténtico de la Revolución Mexicana—, que le dio la apariencia de pluralidad al régimen político. Pero la intención cuajó: someterlos al control. El resultado: los partidos se burocratizaron.

Pese a su breve historia,el PRD sólo ha servido para enquistar en el poder a unos cuantos personajes, a quienes ya en el cargo no les interesan los principios fundacionales —como sería elevar el nivel de vida y bienestar de los mexicanos—, y sólo se aprovechan de las circunstancias para el beneficio personal en la mayoría de los casos. Dicho sea porque el saldo de las diferentes gestiones, por ejemplo, de los gobiernos perredistas en el Distrito Federal y en algunos estados, no arroja cambios de fondo como sería de esperarse en el ejercicio del poder antes aplicado por el PRI o en menor medida el PAN, tampoco se mira en los propios resultados.

Es decir, que encantados por el poder, los perredistas se han olvidado de sus proyectos ideológicos y políticos. Eso hablando de los dirigentes; o de la mayoría de quienes se han beneficiado con un cargo bajo las siglas del PRD. No así la gente. Tampoco todo aquél comprometido que sigue siendo congruente con una política de alternativa para el régimen opresor actual. Con todo y que muchos dirigentes y organizaciones políticas congruentes no están en el PRD, o si están son críticos al interior.

Así, por la crítica a las posturas de la dirección actual que encabeza Jesús Ortega Martínez —cabeza de Los Chuchos— y sus recientes políticas de buscar una alianza con el PAN —el extremo del espectro ideológico; la derecha que tiene ahora en sus manos el poder presidencial— para las elecciones del Estado de México [como ya se hizo en Oaxaca, Sinaloa y Nayarit], es que el PRD está a punto del rompimiento. La incomodidad la sembró Ortega con las alianzas previas. Pero el colmo lo representa el Edomex.

La estrategia de buscar una alianza PAN-PRD tiene por objetivo inmediato arrebatarle el poder al PRI en esa entidad, pero el mediato apunta hacia el 2012 no tanto para impedir que llegue nuevamente el PRI en pleno ejercicio de alternancia cuanto para que siga el tan denostado PAN en Los Pinos. El problema, entre muchos otros, es que esa es una estrategia precisamente del PAN y no tanto del PRD. La ambición de Los Chuchos de por medio. Y ese es el error de Ortega. Por ello el anuncio del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador de “pedir licencia”. Y eso meterá mucho ruido en las filas perredistas. Habrá desbandada. Está a la vista para los propios perredistas.

Faltan tres fechas clave para que el futuro del PRD se defina: el 16 de abril como fecha límite para el registro de las coaliciones; el 19 de marzo cuando se dé el releo de la dirigencia nacional; antes, el 27 de marzo, habrá consulta para que la gente defina si hay o no coalición con el PAN. Es mera trampa. Si la hay no va como candidato Alejandro Encinas, que iría por el PRD o coaligado con el PT y Convergencia. Entonces eso pasará. El candidato será otro, pero el gran perdedor en todo será el PRD. Lástima, porque si deorigen se definió de izquierda, hoy pulula entre la perdición ideológica y la corrosión política, gracias a las ambiciones de Los Chuchos mientras lo tengan entre manos. La posible alianza PAN-PRD se llevará el proyecto de izquierda entre los pies. No sólo en el Edomex, sino más allá. Los militantes tienen la palabra.

http://www.kaosenlared.net/noticia/156640/mexico-prd-punto-rompimiento

Recordando a Guillermo Ungo

Félix Ulloa
Guillermo Manuel Ungo fue un incansable luchador en favor de la causa socialista, democrática y रेवोलुकिओनरिअ
Y aunque esa afirmación suene paradójica para la ortodoxia, él sintetizó su praxis y sus principios en su inmortal frase “NO SE PUEDE SER REVOLUCIONARIO SIN SER DEMÓCRATA, NI SER DEMÓCRATA SIN SER REVOLUCIONARIO”.

Hoy que recordamos el vigésimo aniversario de su fallecimiento, no podemos dejar de resaltar su capacidad concertadora que permitió la construcción de la vanguardia histórica de nuestra revolución, mediante la alianza estratégica del Frente Democrático Revolucionario FDR, del cual llego a ser su Presidente, integrado por organizaciones políticas, gremiales, académicas y de masas, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, expresión orgánica de las cinco organizaciones político/militares( FPL, ERP, RN, PCS y PRTC).

Memo Ungo, como se le llamó todo el tiempo se ganó no solo el respeto de los líderes políticos y militares del FDR/FMLN, sino la confianza suficiente como para delegarle la mas alta representación en las relaciones con gobiernos, líderes y organismos mundiales, con quienes su mensaje claro y directo, iba creando una amplia red de solidaridad y apoyo a la justa lucha del pueblo salvadoreño, por alcanzar la libertad, la dignidad y la paz por la que luchábamos. La visión de una sociedad justa y solidaria, que era nuestra antorcha común, iluminó siempre sus pasos.
Cuando proyectamos su gigantesca figura en la retrospectiva histórica, lo vemos acompañado de esa pléyade de héroes y mártires que con sus vidas, inspiraban el trabajo sin descanso del Dr. Ungo. Ahí aparecen en primer plano sus compañeros de partido, los patriotas que bajo la bandera azul y roja del Movimiento Nacional Revolucionario MNR, entregaron generosamente sus vidas, encontramos a su inseparable discípulo Héctor Oqueli Colindres, secuestrado y asesinado en Guatemala junto a la compañera socialista guatemalteca Gilda Flores, el Dr. Martín Fernando Espinoza, abatido en su clínica en Guazapa, a Enrique Escobar Barrera capturado en el Externado de San José y masacrado junto a los líderes del FDR, mi padre el Ing. Félix Ulloa ametrallado a pocos metros del campus de la UES y quien había sido de los pioneros junto con el Dr. Mariano Alegría en el trabajo del MNR en el oriente del país.

Pero la gloriosa imagen de Guillermo Ungo, también se sostiene en pilares sólidos del conocimiento científico y el trabajo político. Destacados intelectuales y profesionales contribuyeron a que la difusión de las ideas del socialismo democrático se fueran difundiendo en nuestro país, ahí están Jorge Sol Castellanos, Marco Antonio Vásquez, Mario Flores Macall, Luis Alonso Posada, Ítalo López Vallecillos, Rafael Glower Valdivieso, Nayo Pohl, Daniel Ríos Lazo, Hugo López Mejía, Mario Castrillo Zeledón y una lista de interminables académicos a quienes siempre recordaremos con admiración, ellos junto con luchadores sociales de la talla del “gordo” Velásquez Gamero (primer secretario general del MNR) el líder sindical Eleuterio Cárcamo y el líder campesino Víctor Rivera, dieron vida a gestas heroicas en nuestra historia reciente.
El maestro Ungo, como se le recordaba en la Facultad de Derecho donde había servido la cátedra de Derecho Procesal, pudo representar con honestidad y entrega los intereses del pueblo cuando le llegó su momento. Sin vacilaciones ni diletantismos asumió la responsabilidad de integrar la Junta Revolucionaria de Gobierno en 1979, a la caída de la dictadura militar encabezada por el General Carlos Humberto Romero y con la misma entereza, sin apegarse a las trampas del poder, renunció de la misma en enero de 1980, cuando los mandos militares desobedeciendo las ordenes de la JRG y comenzaron a reprimir y a masacrar al pueblo.

Para entonces, el MNR era miembro pleno de la Internacional Socialista y a la ofensiva conservadora iniciada por Ronald Reagan en USA y Margaret Thatcher en el Reino Unido, se oponían fuerzas socialistas y progresistas en Europa, México y dentro del mismo Congreso de los Estados Unidos. El frente internacional cobro así una importancia capital en nuestra lucha, los compañeros que dirigían la revolución lo comprendieron y delegaron en Ungo una importante cuota de representación al más alto nivel, pues Guillermo Ungo había sido electo Vicepresidente de la IS, Francois Miterrand del partido socialista francés, electo presidente en 1981, junto con México habían firmado una declaración que reconocía la alianza FDR/FMLN como una fuerza política representativa, lo cual nos daba un estatus y una legitimidad totalmente contraria a la estigmatización de grupos terroristas como nos quería etiquetar la administración Reagan.

Muchas batallas se libraron en este frente, dando resonancia a las victorias de las fuerzas guerrilleras en los frentes internos. Denunciando las masacres del ejercito de la dictadura, la horrendas violaciones a los derechos humanos en el campo y la ciudad, la represión contra el movimiento sindical, campesino, estudiantil, magisterial, etc. Ungo junto a la Comisión Político Diplomática CPD, a la Comisión de Solidaridad Internacional CSI y los miles de comités de apoyo a nuestra lucha en los Estados Unidos, Europa, América Latina y en casi todo el mundo, viajaban incansables explicando, informando, compartiendo nuestro doloroso proceso.
Y mientras se realizaba todo ese esfuerzo, a la par se construían propuestas para alcanzar una solución política y negociada a la guerra. Ungo era un canal confiable, seguro e idóneo para llevarlas a las altas esferas, tanto a los gobiernos que apoyaban esta solución no militar como los compañeros de partidos y entidades afines que contribuían a la formulación de una, otra y otra propuesta. Finalmente y por medio de los Acuerdos de Esquipulas II se logró abrir pequeños espacios que permitieron el retorno al país de los miembros del FDR y que participaran en los procesos electorales. Al MNR se le devolvió la personería jurídica que se le había cancelado durante toda la década desde 1980 y Ungo fue candidato a la Presidencia de la República junto con el Dr. Mario Reni Roldán en 1989. Dada la ofensiva militar del FMLN en noviembre de ese año Ungo tuvo que salir de nuevo al exilio y cuando se aprestaba a una nueva batalla electoral en 1991 como primer candidato a diputado por San Salvador lo sorprendió la muerte.
Como los grandes hombres y mujeres, su partida dejó un enorme vacío en el escenario político nacional, pero su ejemplo de luchador por la revolución, el socialismo y la democracia, nos quedan como un legado para las presentes y futuras generaciones।
Esperamos que su memoria sea siempre honrada con conductas como las que Guillermo Ungo siempre observó: honestidad en ejercicio del cargo público, defender el interés del pueblo antes que el interés personal y sobre todo trabajar con amor pero no enamorarse del puesto, para que otros puedan seguir la interminable obra de construir la sociedad justa y democrática que todos अन्हेलामोस